LA PRÁCTICA ARTÍSTICA COLABORATIVA EN
TIEMPOS DE COVID 19: CALISUEÑAGRAMAS
collaborative artistic practice in times of covid 19: calisueñagramas
Noni Lazaga
Universidad Internacional de la Rioja. UNIR
http://www.doi.org.10.5281/zenodo.7650924
……………………….
Recibido: 14 10 2020
Aceptado: 22 01 2021
Publicado: 30 03 2021
……………………….
Cómo citar este artículo
Lazaga, N. (2021). La práctica artística
colaborativa en tiempos de Covid-19: calisueñagramas.
ASRI.
Arte y Sociedad. Revista de Investigación en Arte y Humanidades Digitales.
(19),
93-101
Recuperado a
partir de https://revistaasri.com/article/view/4746
Resumen
El artículo analiza el proyecto colaborativo
”calisueñagramas” desarrollado durante el confinamiento
a causa del Covid-19. Se plantea aquí la acción artística como herramienta de transformación
y participación social, y el espacio virtual como lugar de encuentro colectivo
global.
Palabras clave
Arte colaborativo, calisueñagramas,
Instituto Cervantes, covid 19, espacios virtuales.
Abstract
The article analyzes the collaborative Project called
“Calisueñagramas”. The performance was developed during
Covid- 19 confinement. Artistic action is proposed here as a tool for
transformation and social participation, and the virtual space as a global
collective meeting place.
Keywords
Colaborative art, covid -19 calisueñagramas,
Cervantes Institute, virtual spaces.
1. Introducción
El presente artículo analiza el
proyecto calisueñagramas, una acción artística
colaborativa que surge como forma de compartir la incertidumbre en época de
pandemia, durante el estado de alarma y confinamiento decretado a causa del Covid 19.
La incertidumbre forma parte de la existencia y define las actuaciones de la
humanidad desde sus inicios. Solo una certeza contrarresta esa incertidumbre en
la vida de los humanos: La existencia de la muerte.
Por ello, la fragilidad desvelada a
causa de una pandemia es quizás de las situaciones más dramáticas a las que se
enfrenta la humanidad, ya que pone a prueba su resistencia, y la obligación de pensarse
y revisarse como sociedad y finalmente aceptar su lugar en el universo
reconociendo que no siempre ocupa el centro del mismo,
sino que todo depende de un sutil equilibrio. Esta última revisión aparece hoy
en día más acuciante que en épocas pasadas porque la pandemia actual lleva
pareja una llamada de atención: la destrucción de la naturaleza y el cambio
climático acentúan la posibilidad de sufrir nuevas pandemias semejantes,
poniendo en situación de peligro a la propia especie.
Es así como el individualismo da paso a
una visión de conjunto que obliga a tomar distancia al propio individuo y verse
como una partícula de una estructura global. Si añadimos este hecho al contexto
de globalización en el que estamos inmersos, es inevitable repensarse como
sujeto. El Covid-19 no es la primera pandemia a la que nos enfrentamos en el
siglo XXI, pero hasta ahora sí es la más global, la que nos muestra la velocidad
que hemos adquirido en el último siglo. Una velocidad que ha reducido las
distancias en el planeta y nos señala lo cerca que podemos estar unos de otros,
con todo lo que eso conlleva.
Ante un hecho que ha ocurrido de forma
tan repentina y veloz, el miedo a no saber cuánto durará, pone de manifiesto la
capacidad de resistencia de los sistemas, sus fortalezas y debilidades. pero
también la capacidad de reacción y lo conseguido. La idea de pérdida y de logro
se sitúan en una línea muy fina que muestra la dualidad en la que nos movemos.
La situación nos devuelve la imagen y el contraste de avance, técnica y triunfo
de las sociedades avanzadas, pero también el miedo propio de las sociedades
arcaicas. Estamos en un punto de un tiempo y una línea temporal que desconocemos,
sin embargo, sabemos por experiencia que detrás de cada catástrofe mundial
surge una nueva etapa de reconstrucción. Como señala Morin (2007, 115),
En
las conciencias arcaicas, cuyas experiencias elementales del mundo se
identifican con las metamorfosis, desapariciones y reapariciones, transmutaciones…,
toda muerte anuncia un nacimiento, todo nacimiento procede de una muerte, todo
cambio es análogo a una muerte-renacimiento, y el ciclo de la vida humana se
inscribe en los ciclos naturales de la muerte-renacimiento.
En ese ciclo de la vida humana el arte
se convierte en el mediador a través del cual la civilización expresa sus
grandes hazañas, pero también sus desvelos y anhelos. En ese sentido, entre el
miedo, la incertidumbre, el deseo, la congoja y la perdida de libertad sufridos
en la época de confinamiento se enmarca el proyecto calisueñagramas
que parte de la visión individual de una artista hacia lo colectivo a través,
de una investigación personal para manejar la incertidumbre causada por la
pandemia. Una investigación que adquiere el formato de juego y acción
colaborativa cuando la artista decide compartir con la sociedad una obra que
inspire y ayude al resto de los participantes a deconstruir el momento presente,
con el objeto de aminorar el desasosiego y transformar a través del deseo la
imagen de un futuro inmediato. Una
estructura, el juego, y un espacio, la web, que comparte como herramientas de
mediación y en la cual, de acuerdo con López Aparicio (2016, 15),
el
artista se convierte en quien observa, reflexiona y a través de su acción,
genera una propuesta: la herramienta de mediación pasa a ser elemento de
transformación [....] Así el arte se convierte en la
necesidad que encuentra el artista de intervenir ante una problemática (de
cualquier naturaleza) para transformarla.
Se plantea así una serie de objetivos
entre los cuales destacamos el de desarrollar una acción artística que sirva
como herramienta de participación global y transformación, a la par que actúe
de terapia colectiva ante la incertidumbre, y el de construir y utilizar el
espacio virtual como aliado en las acciones colaborativas de carácter global.
Tanto el primer objetivo como el segundo darán una serie de preguntas durante
el proceso de la acción artística. ¿Por qué el/la artista comparte su creación
con el/los otros? ¿Qué respuestas y deseos surgen cuando se pide a través de
una acción artística, predibujar y construir a través
de la palabra, un futuro utópico? ¿Qué relación se establece a través del
espacio virtual? ¿Cómo influye la presencia de las administraciones en los
proyectos colaborativos virtuales? Estas y otras cuestiones se han ido
respondiendo y materializando a través de la realización de propia acción.
Lazaga (2020) plantea la investigación y la obra resultante, de carácter
colaborativo, a través de una convocatoria en la cual se señala:
No podemos negar los
sentimientos del presente, pero sí utilizarlos y transformarlos de cara al
futuro. Juguemos a utilizar las sílabas como si fuesen átomos que nos ayudan a
construir nuevos términos y adjetivos para definir el futuro inmediato que
deseamos, como sociedad y como especie.
La idea de la cual parte la acción toma prestado el significado del principio
de retrocausalidad, presente en la física cuántica, y cuya hipótesis se basa en
la posibilidad de invertir la causalidad, de forma que el efecto pueda predecir
a la causa. En esta línea de “experimento mental” colaborativo se inscribiría
el proyecto, de forma que el proceso de transformación y deseo de un futuro
utópico pudiese afectar al presente/pasado.
Es decir, ante la duda, la incertidumbre y ante la falta de pruebas
empíricas sobre dicha teoría Lazaga (2020) invita a reflexionar al espectador/actor
considerando que ser “optimistas” es un reto por conseguir, por si acaso se
demostrase la certeza de la misma. Hecho en sí mismo ya beneficioso en el
presente: “Esta idea coincide en parte con la teoría de la física cuántica de
la retrocausalidad de forma que lo que pase en un futuro puede afectar al
pasado, por lo tanto, si esto fuera cierto haríamos mejor en ser optimistas.”
La artista considera que las palabras ayudan a dibujar el futuro
y pone a disposición de los participantes unas bases generales de
deconstrucción y construcción de nuevos términos, de forma que serán
los participantes quienes definan, dibujen y expresen con palabras el paisaje
futuro. La totalidad de las ideas participantes conformarán una obra conceptual
que irá de lo individual a lo colectivo. La necesidad de plantear una obra
colaborativa parte de la visión de un futuro compartido y la creencia de que en
la triangulación: individuo-sociedad-especie Morin (1999) se necesita afrontar
importantes retos en comunidad de cara al futuro.
Una vez enviadas las palabras de deseo
para el futuro, creadas con las sílabas de términos experimentados en el
presente, cada calisueñagrama, resultado del conjunto
enviado pasa a formar parte de un mosaico global, insertándose en una imagen
realizada previamente por la artista. (fig 1,2, 3 y 4)
Figura 1, 2, 3 y 4.
Fotografías de la Acción calisueñagramas (2020) Imagen Digital
Autores de los textos. De Izquierda a
Derecha: y de arriba abajo Fig 1: Mariari;
Fig 2 Paco; Fig. 3: Mónica; Fig 4: Áurea López. Autor de las fotografías: Lazaga.
Fuente: https://www.calikanjigramas.com/portfolio/.
El proyecto utilizó Facebook como herramienta
de convocatoria y fue avalado por el Instituto Cervantes de forma que la invitación
a participar se convirtió de esta manera en una llamada global. Con la
incertidumbre de saber si la respuesta sería ninguna, escasa o masiva, se
estableció un plazo de participación de 16 días, desde el 6 de mayo hasta el 21
de mayo.
2. Desarrollo de la
investigación. Reflexión, transformación, mediación y acción colaborativa
Las prácticas colaborativas en el arte ya
habituales desde los años sesenta, muestran un afán de democratizar el sistema
cultural y utilizar lo proyectos artísticos, ya sean
acciones o proyectos comunitarios como herramientas que permitan la expresión individual
de los grupos que participan. La idea de hacer una obra conjunta con un sector
de la sociedad, invitando a la participación, Popper (1989) comparte la visión
de ceremonia y celebración propia del acto artístico. Sin embargo, en esta
ocasión la acción busca un acto terapéutico en el hecho de compartir la
incertidumbre y la creencia de que soñar y pensar en positivo es altamente
beneficioso para la salud.
Durante la etapa del confinamiento, el
sentimiento de soledad vino a poner en evidencia las prácticas individualistas de
hábitat en las ciudades, lo que al mismo tiempo permitió florecer las
relaciones humanas ayudando a que desconocidos que vivían cerca se comunicasen
por primera vez. El proyecto calisueñagramas se puso
a disposición del público, tras una primera parte intimista y silenciosa,
durante la cual la artista recogía diariamente la imagen del cielo que veía
desde una de ventana, como único contacto con la naturaleza, mientras anhelaba
la contención de la pandemia. Aquel cielo significaba lo gaseoso, pero también
lo compartido, ese paisaje cambiante que cubre todo el planeta. Un planeta en
ese momento afectado por la misma problemática.
En esa imagen el objeto fijo eran unas
cuerdas de tender y las nubes, las huellas del clima que a diario dejaban los
días. (fig. 5, 6, 7 y 8)
Figura 5,6,7 y 8. Lazaga. De
Izquierda a Derecha: Fotografías 1-4 de la serie Confinamiento. Parte I de la
Acción calisueñagramas (2020) Imagen Digital
Entendiendo ese marco como un estado
transitorio y gaseoso, Lazaga ideó una acción cuyos antecedentes procedían de
un proyecto previo realizado en el año 2018 en el que la artista inventó lo que
llamó calikanjigramas creados con caracteres e
ideogramas japoneses y cuyos radicales se deconstruían y cambiaban de
significado (fig.9). Adaptar, traducir y transformar ese sistema a un sistema
de alfabeto como el español, era el reto. Un reto que incluía la manipulación
formal de las palabras y extracción de las sílabas para la construcción de
nuevos términos.
Tras la creación de unas bases, estableció
una acción en forma de juego virtual consistente en extraer las sílabas de
aquellos términos que causaban desasosiego en el presente, para construir con
ellas palabras que describiesen el futuro deseado. (fig
10)
Figura 9: Lazaga.
ejemplo de Calikanjigrama de Pandemia y Corona.
Deconstrucción. Creado en marzo-2020.
Dibujo digital/papel. Fuente:
elaboración propia. https://www.calikanjigramas.com/
La artista actúa así, como artista y
mediadora incluso como “trabajadora cultural” en la medida en la que crea y
comparte la experiencia, recoge los resultados del proceso, y construye un
espacio web para la creación de la obra conjunta. (Palacios, 2009). Dicho
espacio quedará situado en la web del proyecto de calikanjigrama
anteriormente señalado, reforzando así la idea de bienvenida a las ideas
colectivas en un espacio individual. (fig 10,11 y 12)
Figura 10, 11 y 12. Imagen digital extraída de la Acción calisueñagramas (2020)
Autores de los textos. De Izquierda a
Derecha: Fig 10: Vanesa Cejudo; Fig
11: Fernando Sánchez; Fig. 12: Teresa Herrero
Disposición del texto: Eva Avila. Fuente: https://www.calikanjigramas.com/calisuenagramas/
En ese contexto de colaboración social,
el instituto Cervantes se entiende no solo como institución que avala la acción,
sino también como propagador de la actividad en un contexto global (fig 13). Es decir que ambas figuras artista e institución
se ponen al servicio de la sociedad, existiendo un parámetro conceptual en todo
el mundo: la unidad en el idioma para participar.
La idea de que la participación fuese
en un entorno online era fundamental por el estado de confinamiento, pero
también porque se trata de un tema que afecta a toda la comunidad mundial. Visto
desde una estética relacional, Bourriaud (2008, 9)
“la actividad artística constituye un juego donde las formas, las modalidades y
las funciones evolucionan según las épocas y contextos sociales” y en esta
acción colaborativa la artista plantea un estado de encuentro, en un espacio y
contexto virtual.
Figura 13. Presentación
de la acción en la página del Instituto Cervantes, (2020) Imagen Digital
Fuente:
https://cultura.cervantes.es/espanya/es/Calisue%C3%B1agramas/133209
Surge así a través de la participación
simultánea una acción colaborativa en lo que Virilio (1997, 15) llama tiempo mundial,
y a pesar de los adjetivos de superficialidad, entre otros, que se puedan
dedicar a las redes sociales, y sin ser ciega defensora de las mismas, el
proyecto alcanza una dimensión global que se interpreta como la cara positiva
de esas mismas redes.
La
puesta en práctica del tiempo real para las nuevas tecnologías es, se quiera o
no, la puesta en práctica de un tiempo sin relación con el tiempo histórico, es
decir, un tiempo mundial. El tiempo real es un tiempo mundial. Hasta ahora toda
la historia ha tenido lugar en un tiempo local: el tiempo local de Francia ....
[...] es un acontecimiento positivo, y al mismo tiempo un acontecimiento
cargado de potenciales negativas, y lo digo porque soy hijo del siglo XX y no
del XXI.
Igualmente se multiplica la velocidad
en la participación. La visión de un
futuro utópico es compartida. Siguiendo a Bauman (2007) en su idea de que el
término utopía solía hacer referencia a un objetivo soñado cuya búsqueda y
encuentro buscaba una mejor adaptación del mismo a las necesidades humanas, y
sin embargo en los sueños contemporáneos esa imagen de progreso compartido se
distancia mientras se significa una supervivencia individual, podríamos pensar
que la participación fuese escasa; sin embargo y probablemente debido a las
circunstancias de la pandemia y confinamiento en muchos países, se dataron 360 calisueñagramas. Una vez finalizado el plazo siguieron
llegando propuestas y más allá de la web se recogieron muestras de que la
acción se había llevado a colegios e institutos dentro y fuera de España, con
el objeto incluso en algunos de ellos de practicar el castellano. Lo que nos
indica que en línea con el pensamiento de Kaprow, más
allá del valor artístico, la experiencia y la relación vida y arte se construye
de manera natural en muchos de los proyectos artísticos colaborativos, lo que
da pleno sentido a la obra o actuación final.
3.
Conclusión
La conclusión que se extrae del
presente proyecto artístico es que las prácticas artísticas colaborativas
contienen grandes dosis de vitalidad.
Durante 16 días, más de 300 personas
dejaron más de 360 escritos que deconstruían las palabras del presente mientras
imaginaban los términos para definir el futuro. Los llamados calisueñagramas creados a través de un juego/acción, han
permitido visualizar un mapa conceptual con la idea de futuro, presente entre
los participantes, construyendo una obra de carácter colaborativo, en un
momento de vértigo como fue el confinamiento de la población por el covid-19.
En este caso la acción propuesta por la
artista ha inspirado y alentado el desarrollo del pensamiento utópico
permitiendo unas funciones terapéuticas de carácter colectivo. Para Lazaga, la
posibilidad de compartir la incertidumbre y una visión optimista de un mundo
futuro supuso plantear a través del espacio virtual una pequeña comunidad que desperdigada
por el planeta ponía su intelecto y potencial creativo al servicio de un deseo
común.
En ese sentido es interesante ver cómo
además de conseguir ese mosaico de palabras e ideas en un espacio virtual, el
resultado es potencialmente material. Para la artista la inclusión de las
instituciones en este tipo de actuaciones de interés social plantea cuestiones
necesarias, en la medida en la cual estas instituciones deben estar más
presentes en el imaginario de un público que las soporta y que en ocasiones no
alcanza a ver la dimensión cultural que poseen en un mundo interconectado.
Tras este análisis podemos señalar que
los principales objetivos planteados, como ha sido el desarrollar una acción
artística que sirviese como herramienta de participación global y transformación,
a la par que actuase de terapia colectiva ante la incertidumbre, y el de
construir y utilizar el espacio virtual como aliado en las acciones
colaborativas, se han conseguido. Ambos abren la puerta a plantear herramientas
y acciones interdisciplinares futuras.
Referencias bibliográficas
Bauman,
Z. (2007). Tiempos Líquidos. Vivir en una época de incertidumbre.
Tusquets Editores
Bourriaud,
N. (2008). Estética relacional. Adriana Hidalgo.
Lazaga,
N. (2020). Calisueñagramas. Recuperado de: https://www.calikanjigramas.com/calisuenagramas/
López
Aparicio, I. (2016). Arte político y compromiso social. El arte como
transformación creativa de conflictos.
Cendeac.
Morin,
E. (2007). El hombre y la muerte. Kairós.
Morin,
E (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.
Unesco
Palacios,
A. (2009). El arte comunitario: origen y evolución de las prácticas artísticas
colaborativas
Arteterapia - Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión
social. 4,197-211.
Popper,
F. (1989). Arte, acción y participación.
Akal.
Virilio,
P. (1997). EL cibermundo, la política de lo peor.
Cátedra.
BIO
En ese espíritu de colaboración y
relación entre arte y sociedad ha trabajado en proyectos de investigación en arte
y percepción con hospitales. Desde el año 2014 se dedica también a la docencia.
En ese terreno ha participado en formación de profesorado en centros de
formación e innovación y en proyectos educativos internacionales con la
subdirección general de evaluación y análisis de la Comunidad de Madrid y la
OCDE / CERI (Centre for Educational
Research and Innovation).
Actualmente es profesora titular en el Área de Didáctica de las Artes Plásticas
y Visuales en la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de La
Rioja (UNIR).