CREACIÓN
AUDIOVISUAL EDUCATIVA:
ANÁLISIS DE LA
PRODUCIÓN DEL CENTRO DE INNOVACIÓN EN EDUCACIÓN DIGITAL (CIED) DE LA
UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS
educational audiovisual
creation:
analyzing the audiovisual content produced by the digital education innovation
center (cied) of the rey juan carlos university
María Bastida
Universidad Rey Juan Carlos
Fernando Hernández Barral
Centro Universitario Villanueva
Javier Miranda García
Universidad Rey Juan Carlos
http://www.doi.org/10.5281/zenodo.7652446
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Recibido: 17 12 2019
Aceptado: 23 03 2020
Publicado: 01 07 2020
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Cómo citar este artículo
Bastida, M., Hernández Barral, F., Miranda García,
J. (2020). Creación audiovisual educativa: análisis de la producción del Centro
de Innovación en Educación Digital (CIED) de la Universidad Rey Juan Carlos, ASRI.
Arte y Sociedad. Revista de Investigación en Arte y Humanidades Digitales. (18),
19-35
Recuperado de https://revistaasri.com/article/view/4752
Resumen
El vídeo educativo
se ha convertido en una herramienta indispensable para la docencia virtual, siendo
parte fundamental de los nuevos métodos de enseñanza. En este artículo se
analizan 300 piezas audiovisuales con el objetivo fundamental de desarrollar un
modelo de producción que mejore la experiencia educativa del alumnado.
Palabras clave
Vídeo
educativo, YouTube, enseñanza online, producción audiovisual.
Abstract
The educational
video has become an essential tool for virtual teaching as a significant part
of the latest learning methods. In this study, 300 audiovisual productions are
examined with the primary goal of developing a production model that improves
the students' educational experience.
Keywords
Educational
video, YouTube, online learning, audiovisual production.
1. Introducción
En los últimos años, el vídeo educativo
se ha establecido como instrumento indispensable para la enseñanza virtual y
como elemento fundamental de la sociedad del conocimiento (Bergmann
y Sams, 2016; Gértrudix et
al., 2017). La implantación de nuevas titulaciones y cursos online en las
universidades ha fomentado el desarrollo de innovadoras metodologías docentes,
como la clase invertida (flipped classroom), que requieren de una transformación en el
acceso al aprendizaje y, sobre todo, una evolución en el modo en el que
transmitimos y adquirimos conocimiento (Alloca, 2018).
Este incremento en la amplia oferta de
educación en red, el auge de iniciativas de conocimiento abierto en Internet a
través de los cursos MOOC (cursos online masivos en abierto, o en inglés, Massive Open Online Course)
y el impulso proporcionado por los avances en la tecnología digital para la
captación y edición de vídeo, desarrollando software cada vez más sencillo y
cómodo de utilizar, ha provocado en la última década un aumento en la creación
de contenidos didácticos audiovisuales a nivel internacional en instituciones y
entidades educativas (Kaltura, 2018; Rajas, Puebla y
Baños, 2018).
El vídeo didáctico, en un entorno de
aprendizaje online, permite un acceso al conocimiento más sencillo, más rápido
y en múltiples dispositivos y formatos (Woolfitt,
2015), aportando además valores diferenciales al proceso de
enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva didáctica y comunicativa (Rajas y
Bastida, 2017) y contribuyendo de forma significativa al cambio en el panorama
educativo, actuando como un poderoso agente que agrega valor y mejora la
calidad de la experiencia de aprendizaje (Greenberg & Zanetis,
2012). De este modo, se suprimen las limitaciones físicas y temporales de la
clase presencial y el estudiante obtiene un mayor control en su formación.
Dentro de las aportaciones del vídeo al
ámbito docente, García-Valcárcel (2008) recoge distintas características
estudiadas por otros autores en los inicios del uso del vídeo en el aula
—cuando este se limitaba a la reproducción de una cinta VHS— entre las que
destacan su disponibilidad inmediata, su sencillo manejo, la flexibilidad de
manipulación durante la reproducción, o opción de
modificación o edición de su contenido, el bajo coste, o la integración con
otros sistemas y, especialmente, su perdurabilidad. Por su parte, Bravo (2000)
señala cómo estas cualidades permiten al vídeo didáctico formar parte de
distintas fases del proceso educativo: como medio de observación, de expresión,
de autoaprendizaje y como medio de ayuda a la enseñanza.
Guo, Kim y Rubin
(2014) destacan además una propiedad y ventaja del vídeo respecto a la docencia
en el aula —muy significativa para la docencia online—, la ‘personalización’ de
la enseñanza: el estudiante siente que el vídeo está dirigido directamente a
él, en lugar de a una multitud. En relación con lo anterior, Swarts (2012) señala que, pese a que vivimos en el mundo
del ‘Do-It-Yourself’
(hazlo tú mismo), la gente sigue sin leer los manuales de uso, y aquí es donde
destaca el uso de medios audiovisuales: a diferencia del material escrito, los
vídeos poseen un carácter más informal —el narrador parece estar hablando con
el espectador—, son deliberadamente alentadores y envían el mensaje de que los
espectadores pueden aplicar fácilmente las lecciones.
Por otro lado, otra de las ventajas más
interesantes del uso del vídeo es que permite la transmisión de información o
conceptos complejos en unidades o segmentos manejables que facilitan la
comprensión del estudiante (van der Meij y van der Meij, 2016). Diversos autores coinciden en que una
condición imprescindible a tener en cuenta a este
respecto es la duración del vídeo: una extensión máxima de 3 minutos es
aceptable, pero si se reduce a 1 minuto es aún más efectiva para mantener a la
atención de los alumnos (Fishman, 2012; Guo, Kim y Rubin, 2014). En este sentido, se detectan también nuevas
dificultades y retos para el profesorado: estos nuevos hábitos de consumo en
Internet pueden derivar en conductas como un visionado pasivo, reproduciendo
los materiales audiovisuales sin retener o interiorizar sus contenidos.
Para evitar este tipo de
comportamientos, es indispensable realizar una evaluación que determine qué
puntos de mejora son necesarios para proporcionar una experiencia educativa
satisfactoria para estudiantes y docentes, aumentando la efectividad del vídeo
educativo para lograr una transmisión del conocimiento más atractiva y
eficiente. Es necesario planificar y trabajar previamente en la estructura del
vídeo, definir su objetivo didáctico, el target
o tipo de público al que va dirigido y el formato audiovisual que mejor se
adapte al contenido académico, ya que, los diferentes estilos de producción
ofrecen posibilidades muy heterogéneas, por lo que es vital que el proceso de
selección sea reflexivo e intencional (Hansch et al.,
201).
Del análisis de estudios previos
realizados por otros autores (Guo et al., 2014;
Brame, 2015, Hibbert, 2014; Hsin
y Cigas, 2013) sobre cómo realizar vídeos educativos
eficaces elaborado por se destacan las siguientes recomendaciones:
- Uso de palabras clave o símbolos para
destacar la información relevante. Ayuda a dirigir la atención y promueve el
procesamiento y retención de la información. Agregar elementos audiovisuales al
video que complementan el contenido y eliminar información no relevante que
pueda producir distracciones.
- Segmentación del contenido. Los
estudiantes conectan mejor con vídeos breves o fragmentos bien diferenciados
que optimizan el seguimiento de la lección. Los vídeos con una duración de
menos de 6 minutos cuentan con una estadística de visualización próxima al
100%, mientras que los vídeos largos (9-12 minutos) no superan el 50%, siendo
más efectivos para entrevistas o ponencias.
- Utilización de un estilo informal, más
cercano a la conversación que a la clase magistral. El uso de un estilo menos
formal tiene un gran efecto en el aprendizaje de los estudiantes, posiblemente
debido al sentimiento de una mayor conexión social al ser interpelados por el
narrador, lo que conduce a un mayor compromiso y esfuerzo.
-
Personalización del material
audiovisual haciendo sentir a los estudiantes que el contenido está dirigido a
ellos o su clase. Evitar un uso excesivo de contenido reutilizado, que no ha
sido diseñado para su asignatura o curso, ya que puede transmitir una menor
implicación.
1.1 Creación de contenidos educativos en la Universidad Rey
Juan Carlos
En el curso 2014-2015, la Universidad
Rey Juan Carlos (URJC) despliega un plan de acción destinado a impulsar una
formación académica de calidad mediante el incremento y mejora de la oferta
formativa en las modalidades online, semipresenciales y a distancia (Gértrudix, Rajas y Esteban, 2015) y el desarrollo de un
espacio de conocimiento abierto (Gértrudix, Rajas y
Álvarez, 2017). Con este objetivo, en el año 2014, el Centro de Innovación en
Educación Digital (CIED), dedicado al apoyo a la docencia, la innovación en
eLearning y a la prestación de servicios técnico-pedagógicos (CIED, 2018), pone
en marcha la Unidad de Producción de Contenidos Académicos (UPCA) para impulsar
la creación de materiales didácticos audiovisuales como parte de sus métodos de
enseñanza (Gértrudix, Rajas y Esteban, 2015).
La UPCA pone a disposición del
profesorado los medios tecnológicos y el apoyo técnico necesario para la
producción de productos audiovisuales muy heterogéneos, proporcionando
formación y soporte en las distintas fases de desarrollo de los vídeos y trabajando
junto al equipo docente desde la escritura del guion hasta revisión final de las
piezas (Gértrudix et al., 2017).
Además de la creación de recursos
educativos audiovisuales para titulaciones semipresenciales u online, la URJC se
suma a las iniciativas de conocimiento libre produciendo cursos masivos en
abierto (MOOC) y, para ello, desarrolla una plataforma propia: URJCx. De este modo, se pretende potenciar la creación de
dichos cursos y, con ello, una enseñanza online de calidad y un aprendizaje
abierto que facilite el desarrollo social (Rajas y Gértrudix,
2016; Clemente et al., 2018).
Desde su creación, la UPCA ha producido
más de 2000 vídeos, obteniendo alrededor de 5,8 millones de reproducciones y más
de 29 000 suscriptores en el canal institucional de YouTube de la URJC.
1.2 Objetivo de la investigación
El objetivo fundamental del estudio es
el análisis del vídeo didáctico, entendido como medio audiovisual transmisor
del conocimiento, para optimizar su producción mediante la creación de un
modelo de elaboración de contenidos didácticos audiovisuales que mejore el
proceso de enseñanza-aprendizaje y que, paralelamente, ofrezca orientación para
docentes e investigadores en la realización de materiales pedagógicos
audiovisuales. Con este fin, esta investigación plantea además los siguientes
objetivos específicos:
-
Analizar qué formato audiovisual obtiene
un mayor número de reproducciones y cuál es el tipo de vídeo más producido,
-
Medir su capacidad de engagement (implicación o participación del
alumnado) estudiando qué duración resulta más efectiva,
-
Profundizar en el modo de producción
analizando qué recursos narrativos y elementos visuales y sonoros incluyen,
-
Detectar qué mejoras son precisas en el
proceso de creación y difusión de los materiales.
2. Metodología
Con el propósito de alcanzar los objetivos de
investigación planteados, se estudian las piezas audiovisuales seleccionadas desde
un enfoque cualitativo y cuantitativo. El modelo de análisis planteado combina el
estudio de datos de carácter técnico, como las métricas y las estadísticas de
visualización esenciales de YouTube, con una perspectiva cualitativa basada en
un análisis textual audiovisual de la producción de los vídeos educativos
analizados e incluye los siguientes elementos:
- Datos
técnicos: título del vídeo, número de visualizaciones,
duración, vídeo ID.
-
Formato
audiovisual: tipología del producto educativo elaborado
(‘videoclase’, ‘animación’, ‘screencast’,
‘acción real’, ‘vídeo de presentación’, ‘vídeo promocional’, ‘podcast’).
-
Estructura
del discurso: configuración del guion, técnicas
narrativas y disposición del contenido (introducción, cierre, bloques).
-
Realización
audiovisual: tipo de plano y encuadre, puesta en
escena, presencia del docente en pantalla, elementos de apoyo, diseño gráfico y
sonoro.
-
Nivel de producción: edición y postproducción de la pieza (básico,
avanzado).
La presente investigación limita la muestra de
análisis a los vídeos educativos producidos por la UPCA de la Universidad Rey
Juan Carlos, con la aspiración de que el modelo de análisis y los resultados sean
extrapolables a otras instituciones o centro educativos. El proceso de estudio
se basa en los datos obtenidos de las métricas de visualización del canal de
YouTube de la Universidad Rey Juan Carlos (universidadurjc),
extraídos a través de la herramienta YouTube Analytics.
El módulo ofrece datos sobre las estadísticas de visionado de los vídeos del
canal, permitiendo consultar esta información de forma online en la propia
plataforma de Google o descargada en un fichero de hoja de cálculo (YouTube,
2019).
En este artículo, el objeto de estudio se acota a
los datos recogidos en el marco temporal comprendido entre el mes de abril del
año 2014, fecha en la que se publicaron los primeros vídeos producidos por la
UPCA, y el 31 de julio del 2017. Persiguiendo el objetivo de medir y examinar la
repercusión de los vídeos con los mejores resultados e impacto, se seleccionan
las 300 piezas con mayor número de visualizaciones en el periodo analizado
(Anexo I). De esta forma, la investigación se focaliza en los productos
audiovisuales con una mejor difusión o ‘viralización’ —y que, a priori,
han despertado un mayor interés—, además de favorecer la obtención de una
muestra de análisis más significativa e interesante para el estudio al contar
con un número más amplio de visualizaciones y, por tanto, con más datos sobre su
consumo.
3. Resultados
A
continuación, se presentan los resultados obtenidos de la investigación
desglosados en varios apartados. En el primero de ellos, se analizan los datos
generales de producción, los tipos de formato más utilizados o las piezas con un
mayor impacto dentro del canal; en segundo lugar, se exponen las
particularidades en cuanto a la organización y estructura de las distintas
piezas; en tercer lugar, se ofrece un análisis de los elementos de realización
audiovisual empleados; y, por último, se estudian y clasifican los diversos
contenidos según su nivel de producción.
3.1 Producción
audiovisual
El agregado
de las piezas analizadas supone una producción total de 15 horas y 38 minutos de
contenido audiovisual educativo. Estos vídeos suman 1 345 060 visualizaciones
en el canal de YouTube, siendo la media de visionado del canal de 3:13 minutos.
Por
otro lado, los datos obtenidos del análisis formal y posterior categorización
de la producción determinan que el formato con mayor presencia es el de la ‘videoclase’, coincidiendo
prácticamente con la mitad de la producción (49%). Como consecuencia, se advierte que este
formato, más próximo a la enseñanza tradicional tanto en contenido como en
forma, ha sido el preferido por los docentes en la elaboración de sus
contenidos audiovisuales.
Figura 1.
Fotograma de uno de los vídeos más
visto del canal,
Teoría de juegos / Resolución de juegos - Estrategias dominadas.
Fuente: canal de YouTube de la Universidad Rey Juan Carlos (universidadurjc)
Por el contrario, entre los menos
producidos se encuentran los vídeos de tipo ‘screencast’
—utilizado habitualmente para la realización de tutoriales o demostraciones de
programas informáticos— y el ‘podcast’ —formato más cercano al género
radiofónico—, ambos con un porcentaje del 1%.
Además de ser una de las tipologías más
utilizadas en la creación de contenido educativo, el formato ‘videoclase’ también aparece en primer lugar entre los
vídeos más vistos del canal: si analizamos el listado, 8 de los 10 vídeos con
más reproducciones se incluyen dentro de esta categoría. No obstante, esta no
es la única característica en común entre los vídeos más populares; los vídeos
más vistos —con más de 20 000 visitas— pertenecen en su totalidad a cursos MOOC
producidos bajo la iniciativa de conocimiento abierto URJCx
(urjcx.urjc.es), e impartidos a través de la plataforma de Telefónica, Miríadax (miriadax.net). Como consecuencia de lo expuesto,
la categorización del agregado de las reproducciones según el formato
audiovisual empleado confirma el dominio de la ‘videoclase’,
obteniendo el mayor porcentaje de visualizaciones, un 67%, seguida del ‘promocional’
con un dato bastante inferior, un 12%.
Figura 2. Formatos
audiovisuales producidos. Fuente: elaboración propia
Figura
3.
Formatos audiovisuales con más visualizaciones.
Fuente: elaboración propia
Título |
Vídeo
ID |
Duración |
Visualizaciones |
Tipo
de vídeo |
Teoría de juegos / Resolución de
juegos - Estrategias dominadas |
M435Zz9B73M |
10:18 |
90681 |
Videoclase |
Los mercados: oferta y demanda -
Juan Carlos Aguado |
4a4gmtR-8yw |
15:51 |
87878 |
Videoclase |
Teoría de los juegos / Equilibrio
de Nash |
im6yMPlUsl8 |
12:53 |
68394 |
Videoclase |
Teoría de los juegos /
Introducción |
-9vlXXK491c |
05:11 |
67495 |
Videoclase |
Teoría de juegos / Tipos de juegos |
pS5Gkre8iUk |
11:19 |
63722 |
Videoclase |
MOOC Cómo elaborar un texto
académico en Humanidades y Ciencias Sociales - Presentación |
5cU9WXVNA6I |
02:19 |
39303 |
Promocional |
MOOC Excel Avanzado - Presentación |
0fmLjaAPvug |
02:16 |
36392 |
Promocional |
Teoría de juegos - Juegos Dinámicos I |
rxRmIRkjfyc |
09:12 |
25916 |
Videoclase |
Microeconomía |
edWGzSGLQbU |
12:01 |
24273 |
Videoclase |
Teoría de juegos - Introducción |
yoyJZoYxZQ8 |
03:03 |
23851 |
Videoclase |
Tabla
1.
Vídeos con más visualizaciones. Fuente: elaboración propia
En cuanto a la duración de las piezas,
del análisis realizado se obtiene que la media de los vídeos producidos alcanza
los 9:38 minutos; cifra muy alejada de los 3:13 minutos
de reproducción media mencionados anteriormente y que, por tanto, invita a la
reflexión sobre el modelo de producción
aplicado en
este tipo de contenidos educativos y divulgativos. Los vídeos más breves pertenecen a los formatos
‘promocionales’, ‘screencast’ y ‘motion graphics’ o ‘animaciones’,
con una duración de 2:44, 3:04 y 3:05 respectivamente. Estas duraciones parecen
estar estrechamente ligadas a los rasgos formales o los objetivos comunicativos
del tipo de vídeo elegido: en el caso de las piezas publicitarias, al igual que
sucede en las producciones para televisión, al tratarse de un género que demanda
de una exposición de la información atrayente, efectiva e impactante para su público objetivo, posee
como imposición casi indispensable una condensación del contenido en el menor
tiempo posible. Por último, en el caso de las ‘animaciones’ o ‘motion graphics’ su duración
parece condicionada por dos factores, el primero, su principal inconveniente:
el alto coste de producción de este tipo de productos, que requieren de
software especializado y que precisan de un alto número de horas de trabajo
para su postproducción y, en segundo lugar, su valor diferencial: el potencial
comunicativo de este tipo de producciones reside en su capacidad para aportar
una capa adicional de información para explicar conceptos complejos o incluso
intangibles de forma fácil, comprensible y atractiva, aprovechan al máximo los
elementos visuales y sonoros y, por ello, al proporcionar un mayor control
sobre el diseño y la transmisión del contenido, permite un gran poder de
síntesis y una gran versatilidad.
En el extremo opuesto, los vídeos con
una mayor duración (48:57 minutos) son los de ‘acción real’, es decir, formatos
basados en la grabación directa de personas, objetos en estudio o exteriores. Estas
piezas combinan, por un lado, un estilo audiovisual tradicionalmente empleado
en medios informativos, programas televisivos o documentales en cuanto a
estructura, encuadres, grafismo o postproducción, y, por otro lado, el empleo
de técnicas narrativas de storytelling propias
de géneros de ficción, como el cortometraje. Dentro de esta categoría se
incluyen los siguientes formatos: entrevista o debate, reportaje, ficcional y
dramatizado.
Figura
4.
Duración media según el formato audiovisual. Fuente: elaboración propia
3.2 Estructura del discurso
Con referencia a la estructura de los
vídeos y su guionización, los resultados del análisis formal muestran los
siguientes datos: únicamente un 46% de las piezas producidas hace uso de
bloques claramente diferenciados para ordenar la información dentro del vídeo,
ya sea mediante intertítulos, efectos sonoros, rótulos o cambios de plano /
localización, optando la mayor parte de las piezas por un discurso continuo,
sin partes diferenciadas.
Figura 5. Ejemplo
de intertítulo. Fotogramas
del vídeo Gamificación educativa.
Fuente: canal de YouTube de la Universidad Rey Juan Carlos (universidadurjc)
Por lo que se refiere al análisis de
las técnicas narrativas incorporadas en los vídeos, se observa el uso de
distintos elementos como el montaje de imágenes impactantes al inicio de la
narración, la inclusión de un resumen o avance de los temas a tratar, el
planteamiento de preguntas o problemas a resolver para despertar el interés del
alumnado, aplicación de storytelling con
técnicas como el cliffhanger (o final con
suspense),
la exposición de unas conclusiones o la
mención o enlace a otros contenidos relacionados dentro del canal. Lamentablemente,
pese a su demostrada efectividad comunicativa en medios audiovisuales tradicionales
como el cine o la televisión, los resultados obtenidos muestran una aplicación algo escasa y poco variada de
los recursos narrativos en el contexto educativo analizado: el 33% de los
vídeos comienza directamente con el tema o materia a tratar, sin ningún tipo de
introducción; un 67% posee algunas de las variantes mencionadas anteriormente a
modo de presentación o información preliminar al contenido educativo; y, en
cuanto al desenlace de las piezas, pese a ser uno de los fragmentos más
críticos en cuanto a atención o interés, solo en un 56% de los casos se hace
uso de técnicas o elementos propios de un cierre. El escaso uso de estos
recursos parece relacionado con una falta de formación de los docentes,
guionistas de estas piezas, en ámbitos como el lenguaje audiovisual o la
realización cinematográfica, y es, sin duda, uno de los principales ámbitos de
mejora en la elaboración de estos contenidos.
3.3 Realización audiovisual
Los materiales educativos producidos
por la UPCA disponen de una identidad gráfica propia basada en los siguientes
elementos: cabeceras (o intro), tipografías o
diseño de textos, paleta de colores, rótulos, fondo, mosca y cierre (u outro). Aunque muchos de los vídeos poseen grafismo común,
como el logotipo de la universidad o la información de créditos, esta identidad
visual está personalizada según el producto producido y sus particularidades, de
este modo, por un lado, se aporta unidad interna y se diferencia de otros
contenidos y, por otro, se aporta un valor estético añadido a los vídeos, generando
una imagen de marca atractiva para el público objetivo.
Asimismo, también resultan destacables otras
características formales, como, por un lado, la abundante presencia de los docentes en los vídeos:
el profesorado se muestra frente a cámara interpretando el contenido didáctico
en el 85% de las piezas. Esta presencia en imagen del profesor contribuye a
estimular un contacto más personal y directo con los estudiantes, un trato más
humano, fomentando una mayor implicación, interés y participación, valorándose
positivamente la implicación de los profesores en la elaboración del material
audiovisual y evitando la percepción de estar visualizando un contenido
impersonal.
Por otro lado, en cuanto a la
planificación audiovisual de las piezas, en el caso de las ‘videoclases’
siempre que aparece en pantalla el docente, este se dirige directamente a
cámara, encuadrado en un plano medio a la altura de la cintura, concediendo más atención al rostro y las manos y
favoreciendo una gesticulación y una comunicación no-verbal como apoyo y
refuerzo al contenido textual. Este tipo de vídeo se realiza en un estudio
mediante chroma key;
esta técnica, muy utilizada en cine y televisión, consiste en la grabación con
un fondo de color —habitualmente verde o azul— para, en postproducción,
realizar un recorte de las personas u objetos que aparecen en imagen.
Utilizando un programa de edición o composición audiovisual, se selecciona y
extrae el color del fondo para después integrar con otro fondo y materiales
audiovisuales la imagen capturada.
Figura 6. Realización
mediante la técnica Chroma key. Fotogramas de los vídeos Principios
de la ciberseguridad
en el contexto actual (izq.) y M6x01 MOOC: Cómo
elaborar un texto académico en Humanidades y CCSS (dcha.).
Fuente: canal de YouTube de la Universidad Rey Juan Carlos (universidadurjc)
También como complemento al discurso
del docente, se hace uso de diversos elementos de apoyo como la inclusión de
grafismo, ya sea en formato de rótulos, diapositivas, tablas, gráficos,
fotografías o ilustraciones (51,33%); la utilización de planos recurso como soporte
a la explicación (10,33%); formatos televisivos, como la entrevista a expertos
(7,67%); elementos de ficción o dramatizaciones (4,33%); y en el apartado
sonoro, resulta interesante la utilización de la música en un 43,33% de los
vídeos y la inclusión de una narración o voz over
en el 40,33%.
Asimismo,
pese a actuar como componente de soporte al contenido didáctico, requiere de
una mención aparte el empleo de las ‘palabras
clave’, un elemento fundamental
en el que se apoya un alto porcentaje de la producción (75% / 225 vídeos).
Conceptos o ideas importantes resaltadas mediante texto en pantalla para
facilitar el seguimiento de la lección o la píldora de conocimiento, se
establecen como un aspecto significativo, tanto para la postproducción más
sencilla como para las más compleja.
Figura 7. Ejemplos
de diversos recursos audiovisuales y formatos.
Fotogramas de los vídeos Recursos
energéticos. ¿Cómo se abastece el mundo de energía hoy día? (superior
izq.); Entrevista a Meliá Hotels. Empresas de
Servicios (superior dcha.); Vulnerabilidades o técnicas que aprovechan
el factor humano. (inferior izq.); Metodologías docentes. Métodos de
enseñanza activos. (inferior dcha.). Fuente: canal de YouTube de la
Universidad Rey Juan Carlos (universidadurjc)
El uso de este recurso enriquece
estéticamente y potencia la capacidad expresiva de la pieza, fomentando una
mejor compresión del contenido y facilitando una mayor retención de
información.
Figura 8. Distintos
usos de ‘palabras clave’. Fotogramas de los vídeos Habilidades motrices
básicas.
Grado en Educación Infantil (izq.), GRETL. La econometría, modelo de
regresión lineal simple (dcha.).
Fuente: canal de YouTube de la Universidad Rey Juan Carlos (universidadurjc)
3.4 Nivel de producción
El diseño, las características formales
y la complejidad del proceso de postproducción de las piezas analizadas permite
agrupar sus técnicas, efectos o elementos gráficos fundamentales en dos
categorías o niveles: básico y avanzado. El empleo de distintos métodos de postproducción no es excluyente,
pudiendo aplicarse varias técnicas en una única pieza —palabras clave,
subrayados, animaciones…— y está condicionado fuertemente por formato
audiovisual del vídeo: por ejemplo, un ‘motion graphics’, debido a su modo de producción, siempre
incluirá un estilo de animación más desarrollado y complejo. A continuación, se
exponen las propiedades de cada grado o categoría y los resultados extraídos
del análisis audiovisual.
Por lo que se refiere al nivel básico,
se incluyen en él las técnicas o efectos con una edición sencilla y casi
funcional, en la que los distintos diseños o materiales visuales empleados son
estáticos —texto, imágenes, gráficos…— y habitualmente se incorporan mediante
una edición por corte, sin transiciones que separen visualmente los elementos. No
obstante, también pueden incluir animaciones simples realizadas en el propio
programa de edición, como, por ejemplo, el resaltado de información mediante
subrayados, máscaras y flechas, efectos de movimiento en ilustraciones (zoom o efecto de acercamiento o alejamiento) o transiciones
básicas de entrada y salida, como fundidos, escala o rotación. El nivel básico
es, por tanto, el menos costoso en tiempo y requisitos técnicos.
Los vídeos categorizados en este nivel constituyen la mitad de la
producción (50,33%) y abarca formatos como la ‘videoclase’,
el ‘vídeo de presentación’, el ‘screencast’ y
el ‘podcast’, pero igualmente puede incluir vídeos de ‘acción real’ y ‘promocionales’
que no contengan técnicas de animación avanzadas. En su postproducción emplean
únicamente software de edición, siendo el más habitual para la elaboración de ‘videoclases’, ‘presentaciones’ o ‘screencast’
el programa de Techsmith, Camtasia
Studio (techsmith.com), especialmente desarrollado para la creación de material
audiovisual en el ámbito educativo; y Adobe Premiere
Pro (adobe.com), programa de edición de vídeo profesional, en piezas de ‘acción
real’ como entrevistas, reportajes o ficción, en los que se precisa una edición
más depurada y precisa, además de otros procesos como la corrección de color o la
edición y mezcla de audio.
Por
otro lado, respecto al nivel de postproducción avanzado, se observa como, pese a su gran atractivo y resultados de calidad profesional,
solo se ha empleado en el 15,67% de los vídeos, siendo incorporado principalmente
en el formato motion graphics,
presente en un 8% de la producción. En esta categoría se incluyen diseños, animaciones
y efectos más elaborados y complejos generados en softwares profesionales especializados,
como Adobe Illustrator, para el diseño de gráficos e ilustraciones
vectoriales, y Adobe After Effects, para la animación
y la composición de efectos especiales (adobe.com). El manejo
de estos programas es más exigente y, por tanto, lleva asociado un mayor número
de horas de postproducción para su finalización. Igualmente, es preciso valorar
las tareas previas de diseño y creación de material gráfico, imprescindible
para los vídeos que requieran cualquier tipo de animación de ilustraciones, ya
sea personajes, entornos o gráficos lineales de barras, ya que el proceso de
desarrollo de estas piezas habitualmente comienza con un guion y un lienzo en
blanco.
Figura 9. Ejemplos
del formato animación o motion graphics. Fotogramas de los vídeos
¿Cuál es el origen del conocimiento? (izq.), Seguridad perimetral:
Firewalls y DMZ (centro) y Ejemplo de servicio (dcha.)
Fuente: canal de YouTube de la Universidad Rey Juan Carlos (universidadurjc)
Estos
productos didácticos disponen de una factura técnica muy elevada, de nivel
profesional, logrando un alto nivel de calidad.
5. Discusión y conclusiones
El incremento de titulaciones y cursos
virtuales u online en las universidades ha potenciado un aumento significativo
en la creación de contenidos audiovisuales educativos, convirtiéndose en una
herramienta indispensable para la educación en red. Su comodidad y facilidad de
acceso proporciona a los estudiantes un rol más activo en su proceso de
enseñanza, permitiéndoles decidir dónde se visualizarán los contenidos —los
vídeos pueden reproducirse en prácticamente cualquier dispositivo y desde
cualquier lugar—, cuándo y a qué ritmo se cursan —al estar siempre disponibles,
el estudiante dispone de una mayor flexibilidad en el estudio de las materias—
y cómo se consumen —control total sobre la reproducción, eligiendo su orden, repitiendo
los fragmentos que resulten más complicados o saltando los que ya conoce—. No
obstante, además de las múltiples ventajas para estudiantes y docentes, también
presenta grandes beneficios para instituciones educativas o universidades: los
vídeos didácticos son una potente herramienta publicitaria. Gracias a su
consumo en redes sociales y plataformas de vídeo como YouTube o educativas como
Miríadax poseen una gran capacidad de difusión y visibilidad,
aumentando el alcance del público objetivo, potenciando la marca personal de
los profesores y actuando como herramienta de comunicación institucional.
No
obstante, como se observa en los resultados extraídos del estudio realizado, a
pesar del gran potencial del vídeo educativo, el modelo de producción requiere de
una evolución para mejorar su efectividad y aumentar el atractivo de los
contenidos educativos, para lograr un mayor interés y atención del alumnado.
Como consecuencia, se requiere de una formación especializada y de una reformulación
del perfil profesional del profesorado que fomente el empleo estas técnicas
narrativas y nuevas metodologías docentes.
Como se desarrollaba en el apartado
anterior, el formato audiovisual más extendido es el de la ‘videoclase’,
resultado que parece influenciado por varios factores: por un lado, el alto
porcentaje de
vídeos producidos bajo esta tipología
muestra la tendencia de los profesores a una preferencia en la creación
contenido audiovisual con una aproximación más “clásica” y cercana a los
métodos de docencia tradicionales, como la clase magistral; y, por otro, el
análisis de las métricas revela que el formato obtiene sobresalientes estadísticas
de alcance dentro del canal de YouTube. Estos resultados además ponen de
manifiesto otra de las claves del éxito de su difusión: los vídeos más vistos pertenecen
a cursos masivos en abierto impartidos en la plataforma de Telefónica, Miríadax, logrando un considerable alcance internacional hacia
un público de países de habla hispana.
Por otro lado, asimismo resultan destacables
y reveladores los resultados relacionados con la duración de las piezas: la
media de reproducción del canal de YouTube, de 3:13 minutos, se sitúa como una
cifra bastante alejada de la media obtenida de las piezas analizadas (9:28 minutos),
que no solo confirma la necesidad de una transformación en el modelo de
producción dirigida a la planificación y creación de material audiovisual educativo
más sintético y conciso, sino que también confirma una evolución en la forma en
la que el estudiante-espectador consume estos contenidos.
Estos datos parecen reforzar las
conclusiones derivadas de las investigaciones realizadas por otros autores,
como Guo, Kim y Rubin
(2014), señalando la duración de 3 minutos como máxima para este tipo de
contenidos educativos. En este sentido, los
resultados obtenidos instigan a continuar y ampliar este análisis en futuras
investigaciones con otras variables como el porcentaje de visualización de cada
pieza, comparando esta información con su duración para obtener una mayor
información sobre de la capacidad de engagement.
Con ello, se podrá evaluar con más exactitud la implicación del estudiante y su
capacidad de atención. Del mismo modo, sería
interesante ampliar el estudio con un análisis de los modos de consumo para
detectar cómo se visualizan los vídeos y ayudar a comprender las preferencias a
los estudiantes y así adaptar los contenidos para mejorar su experiencia
educativa.
Como se adelantaba anteriormente, uno
de los ámbitos de mejora más importantes es el relativo al lenguaje audiovisual
empleado y la postproducción de las piezas. Los nuevos métodos de comunicación
digital educativa requieren del fomento y, fundamentalmente, de la formación de
los docentes en el uso de técnicas narrativas clásicas, ampliamente utilizadas
en medio tradicionales como la televisión o el cine, para la elaboración de los
guiones: emplear distintos estilos comunicativos, como, por ejemplo, el tono
humorístico; desarrollar una estructura definida, con una introducción y un desenlace;
combinar la tradicional exposición de información por parte del docente con
otros formatos o géneros con una gran capacidad comunicativa, como la
entrevista o el ficcional… con el objetivo fundamental de crear vídeos más
creativos, amenos y originales.
No obstante, pese a las necesidades de
mejora detectadas, se observa que el material analizado cuenta con un alto
nivel de calidad y cumple con las recomendaciones mostradas en el estudio de
otras investigaciones, como el empleo de palabras claves, iconos o imágenes que
enriquece la pieza y facilitan el seguimiento de esta, o un estilo comunicativo
informal, buscando una interpelación directa con el estudiante que fomente su
participación.
El material docente, que habitualmente parte
de unos apuntes o una bibliografía en formato textual debe transformarse a un
lenguaje plenamente audiovisual, dejando de lado la puesta en escena de la
clase magistral presencial, para elaborar piezas más atrayentes. Aprovechando así
las cualidades y los atributos del medio audiovisual y evitando el uso de
elementos estáticos, empleando recursos o efectos que lo hagan más dinámico y
fácil de seguir y asimilar —como la inclusión de animación y movimiento—, con
un diseño gráfico y una postproducción estéticamente más cuidada y actual.
Todo ello, sumado a las propias
ventajas del formato audiovisual, proporcionarán a los estudiantes una
experiencia educativa más satisfactoria, facilitando un aprendizaje más visual,
independiente, preciso y adaptado a sus necesidades y, sobre todo, a la
irrefrenable necesidad de evolucionar hacia nuevas formas de comunicación más
estimulantes y que ya son nativas para las nuevas generaciones.
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BIO
María Bastida es doctoranda en Ciencias Sociales y Jurídicas (línea de investigación en
Comunicación) y licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey
Juan Carlos. Coordinadora de Producción Audiovisual en la Unidad de Producción
de Contenidos Académicos del Centro en de Innovación en Educación Digital de la
URJC. Miembro del grupo de investigación Ciberimaginario.
Coordinadora técnica en la
maquetación, corrección y diseño de libros de las colecciones ‘Estudios de
narrativa’, ‘Estudios de comunicación’ y ‘Estudios de cultura visual’ de la editorial
Icono 14. Profesional en postproducción, edición no lineal y corrección de
color.
Ha participado en jornadas y
congresos con ponencias sobre realización audiovisual y vídeo educativo.
Profesor Asociado en el
Centro Universitario Villanueva desde el año 2006. Imparte actualmente las
asignaturas de Cultura de la Imagen, Análisis de la Imagen y Teoría del Texto
Audiovisual. Profesor Asociado en la Universidad Rey Juan Carlos donde imparte asignaturas
de Estructura y Sistema de Medios. Organiza Jornadas Audiovisuales como Nuevas
Fronteras de la Ficción (2015) y Mujeres que cuentan (2017) en el
Centro Universitario Villanueva para las cuales cuenta con destacados
profesionales del sector como Peter Welter –productor ejecutivo de Juego de
Tronos— o Javier Olivares —creador de El Ministerio del Tiempo—.
Participa en publicaciones colectivas como Cine Pensado (Sevilla, 2016,
Fila Siete Ed.) o Análisis de secuencias (Madrid, 2012, Icono 14) entre otras.
También publica en Área Abierta.
Actualmente escribe una
película musical para la productora Nadie es Perfecto (Perfectos desconocidos)
que se haya en proceso de preproducción. También es crítico habitual en la
revista audiovisual “Fila 7” para la cual lleva la cobertura de Festivales como
el de Cannes (2014-2019).
Javier Miranda es profesor Asociado de la Universidad
Rey Juan Carlos. Técnico Audiovisual con amplia experiencia en realización, producción
y postproducción de videos didácticos y MOOC. Respecto a mi carrera como
docente he de decir que llevo un lustro comunicando conocimientos sobre
temarios relacionados siempre con el universo audiovisual y que tengo la
especialidad tanto en pedagogía presencial como online. Entre las asignaturas
impartidas quiero destacar las siguientes: “Producción Audiovisual: Cine”, “Producción
Audiovisual: Televisión”, “Tecnologías Audiovisuales: Cámara y Sonido”, “Creación
de personajes principales y secundarios”, “Subtitulado y productos de apoyo”.